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16.8.20

Reseña: 1984 - George Orwell

★★★★
Título: 1984
Autor: George Orwell
Traductor al español: Miguel Temprano García
Epílogo: Thomas Pynchon
Páginas: 350
Editorial: Debolsillo


En el año 1984 Londres es una ciudad lúgubre en la que la Policía del Pensamiento controla de forma asfixiante la vida de los ciudadanos. Winston Smith es un peón de este engranaje perverso, su cometido es reescribir a historia para adaptarla a lo que el Partido considera la versión oficial de los hechos... hasta que decide replantearse la verdad del sistema que los gobierna y somete.

    ¿Alguna vez han llegado a pensar que un libro que leyeron más que ficción es una revelación de lo que fue, es y puede ser el mundo? Estoy segura de que sí, y es algo que innevitablemente se pude sentir con este libro en especial.

La trama gira en torno a un mundo que se encuentra consumido por una guerra «eterna» entre tres potencias: Eurasia, Esteasia y Oceanía; y junto a Wiston Smith, un funcionario de uno de los ministerios de Londres, recorreremos las calles de este país en el año 1984. Debo decir que es un lugar un poco fuera de lo común, pero que en realidad es una sociedad normal como cualquier otra.

    Durante nuestra travesía por Londres, todo el tiempo estaremos siendo observados por las telepantallas, una herramienta que utiliza el Partido -y que además se encuentran instaladas en donde menos crees que pueden estarlo- con el objetivo de suprimir el pensamiento y actuar individualista de sus habitantes, logrando con ello eliminar cualquier indicio de rebelión contra todo el sistema y poder adoctrinar a sus ciudadanos. Pero no será lo único que esté al tanto de cada una de las acciones que realicen estos, pues también nos encontraremos con la «policía del pensamiento» que es ese grupo de seguridad destinado a descubrir a aquellos que no obedecen a cabalidad la voluntad del Partido.

«La guerra es la paz
La libertad es la esclavitud
La ignorancia es la fuerza».

    Sin embargo, lo más simbólico implementado por el Partido, son las imágenes del rostro con mirada severa del Hermano Mayor que empapelan casi todo Londres -si no es todo-, para poder someter a mayor medida el comportamiento de los ciudadanos. Ahora bien, como en toda historia siempre hay un adversario y en este caso es un grupo denominado la Hermandad quienes serían la única esperanza para aquellos desobedientes e inconformistas de las leyes impuestas por el Partido. Winston es uno de ellos casi por naturaleza. Su instinto es diferente al de los demás, pero por experiencia y autoaprendizaje se ha ayudado a controlar los impulsos de rebeldía gracias al doble-piensa -una de las muchas palabras de la Nueva Lengua que implementa Orwell en esta historia-.

    Otro de los personajes que ayudan al desarrollo de esta aventura es Julia. Una chica lo bastante joven para Winston, y con la cual llega a tener una conexión de odio-amor, pero que lo lleva a vivir esos momentos de liberación de su naturaleza -así toque a escondidas, ¡eh!-. Con ella, conoceremos esa parte cruda de la historia en la que Winston nos permitirá ver todos los sentimientos que tiene reprimidos debido a la exigencia de comportamiento del Partido.

    Pero para este mundo descrito por Orwell, toda intención de rebelión será desaparecida, y nuestros tórtolos deberán enfrentar las consecuencias de sus actos de desobediencia. 

«Todo es cuestión de autodisciplina y control de la realidad».

    Al igual que con los demás clásicos que he conseguido leer, esta historia empezó lenta; sin embargo, poco a poco fui siendo atrapada por las ideas políticas, económicas y culturales que se reflejan durante la lectura, y que te hacen sentir que no es una historia tan alejada de la realidad actual. De hecho, me ha gustado mucho que el autor es tan crudo al expresarse en referencia a las ideologías que se sobre-entienden, consiguiendo con ello una restrospección de lo que es ahora la sociedad en la que vivimos. 

    Debo admitir que llegué a sentirme algo decepcionada debido a la parte en el que se da el desenfreno de Winston y Julia, haciéndome sentir que en realidad era una historia más de romance que una distopía, y que por momentos llegaba a hacer la historia un tanto repetitiva con el hecho de -*inserte voz ñoña*- «estamos haciendo algo que al Partido no le gusta y me vale. Pero tengo miedo de que nos descubran, pero me sigue valiendo porque podemos llegar a ser más inteligentes y así nadie nos descubrirá. Pero sigo teniendo miedo de que nos descubran aun cuando sé que lo harán». O sea, está bien la adrenalinda de un amor, ¡pero ya! ¿Harán realmente algo para frenar esta locura de sociedad que el Partido la hace ver con «cordura»? No obstante, cuando Winston decide que es hora de rebelarse y comenzar a hacer algo, confiando en este otro personaje llamado O'Brien, todo cambió. Regresé a amar la historia

    Aunque a muchos lectores les pueda parecer que más de una vez se repiten ciertos temas relacionados a la explicación del contexto de lo que hace o no el Partido, es esa historia de fondo en la que parece más una crítica a lo que suelen hacer los gobiernos y sus adversarios, lo que más me ha gustado; convirtiéndose en una fuente inagotable de debates. Es mi primer contacto con Orwell, y no creo que sea el último.

    Y ni hablar del maravilloso epílogo escrito por Thomas, en la edición que me he leído. De verdad he quedado impactada.

    Definitivamente es un libro para recomendar, pues ciertamente se encuentra una obra de calidad de la que si lo lees, nunca te arrepentirás. Además de que siempre dejará esa pequeña duda de para qué generación fue escrita; si alguna que ya pasó, para la generación presente, o para aquella que está por venir.


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